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28 de septiembre de 2012

The thin red line

Definitivamente ha muerto. La delgada línea roja que separa el "Above" del "Bellow the line" ya no existe. No existe en las Agencias de publicidad ni tampoco en los Clientes, sea cual sea su tamaño. Hoy, los expertos de Comunicación y de Marketing están obligados a manejarse con la misma soltura a ambos lados de la línea.


Y tú, ¿de quién eres?

Hace tan sólo unos años era habitual identificarse en la profesión publicitaria como "yo soy de Above", o "yo soy de Bellow". El primero lo decía con orgullo, pensando en los spots de televisión y en los "Leones de Cannes" que adornaban la vitrina de su Agencia. El segundo lo hacía acompañado de una no solicitada justificación. Era algo parecido a las antiguas preguntas de "¿Eres de Ciencias o de Letras?", o el más ligón y recurrente "¿Estudias o trabajas?".

 Bien, pues todo eso ha cambiado en los últimos años. No sólo porque las cifras de inversión se han invertido a favor del BTL en los países más avanzados, sino porque la gente que más sabe de este sector, los auténticos "Gurús", es decir, la que es capaz de llegar a conclusiones tan simples como demoledoras, se ha dado cuenta de que 1 + 1 en este caso suman  ¡3!.

Hoy es impensable plantear una estrategia de comunicación que no sea de principio integral ATL + BTL (luego ya se verá que herramientas de comunicación y del marketing mix son más o menos necesarias). El pensamiento holístico, o 360º, o como lo queramos llamar en cada Agencia, ya está metido en los "corazones y las mentes" de las nuevas generaciones de profesionales de uno y otro lado de la mesa de negociación.

La formación que reciben ya no hace esas diferencias. Lo mejores y más ambiciosos Programas de Postgrado consideran ambos lados de la línea entre sus materias. De hecho, el Proyecto fin de Master suele consistir en preparar una propuesta integral absolutamente detallada y bien armada. He de añadir que mi experiencia como profesor me ha demostrado que muchas de esas ideas se han convertido en muy rentables negocios que han hecho ricos a jóvenes emprendedores.


Good bye, Mac Luhan

Ayer, en una brillante charla a los Gerentes de Canales On Line Empresas de Telefónica, escuchaba a Miguel Ángel Furones decir que Mac Luhan se había quedado atrás, "el medio ya no es el mensaje, el mensaje se antepone al medio". Me quede sorprendido, porque llevo, como todos, muchos años pensando como Mc., pero me di cuenta de que... ¡Furones tenía toda la razón.! El mensaje ha desbordado al medio, como You Tube ha demostrado.

Ten un gran mensaje y éste se adaptará a todos los recipientes. Es más, si no lo hace creará confusión en un receptor que así lo espera. Además, el Posicionamiento de la Marca (esa idea que tanto cuesta meter en la mente de nuestros públicos) quedaría verdaderamente maltrecho. Lo queramos o no, la eficacia de una estrategia es comparable a una cadena de acero: tan sólida como la unión entre los diferentes eslabones que la forman. Basta uno malo, débil, incoherente, irrelevante... por pequeño que sea, para que esa cadena se parta y carezca de función.


Tiempos interesantes

En la antigua China era habitual que tus amigos y parientes te desearan que no vivieses "tiempos interesantes", es decir, tiempos de cambio y convulsiones, sino días de paz y tranquilidad en los que las cosas cambiasen menos que en un delicioso jardin de piedras. Pues bien, nos guste o no, éstos son "tiempos interesantes", sobre todo para la Publicidad y el Marketing.

No sólo por disponer de unos recursos económicos mermados por la Crisis Global (la primera verdaderamente global de la historia, porque, seamos sinceros, la del 29 no paso de Occidente), sino, sobre todo, por la necesidad de adaptar nuestra manera de entender y aplicar estas disciplinas disciplinas de un modo completamente nuevo.

La buena noticia es que el relevo está cada vez mejor preparado, y que los que ya llevamos tiempo en esto hemos entendido, por fin, la necesidad de hacer nuestro el viejo adagio de "Renovarse o Morir".

Las empresas que apuesten decididamente por actualizar los conocimientos de sus equipos de trabajo serán las que hagan de estos tiempos interesantes... "Times of Glory", que diría Lord Wellington, el inventor de la expresión "la delgada línea roja", refiriéndose a sus soldados formados en extensos y delgados cuadros en la batalla de Waterloo.

Eduardo Irastorza






20 de abril de 2012

Se busca Community Manager

Se les busca. Se les demanda. Se les persigue. Representan la esperanza, el futuro, la clave diferencial. No se sabe muy bien lo que hacen ni de dónde salen, pero hoy parece impensable tener una Marca y no contar con uno: son los Community Managers (C.M.). Una profesión, una especialidad, una moda... de ellos trata este Post. 


 Los reyes de Infojobs 

Todas las mañanas, al abrir el correo, junto a docenas de ofertas de Groupon & Co., encontramos el e-mail de Infojobs. En él, las ofertas para becarios compiten con las dirigidas a C.M.'s. El término en inglés ni siquiera se ha tratado de traducir, seguramente porque así suena más "cool".

 La parte divertida de la oferta viene cuando pulsas ( léase hacer "click") ampliar información. Entonces aparece una "job description" (léase perfil) que es una mezcla de declaración de intenciones y carta a los Reyes Magos.

Hay que estar muy seguro de uno mismo para creer que se reúne todo lo que se pide. El caso es que el solicitante ya no es la habitual gran empresa multinacional, sino cualquier clase de empresa, grande o pequeña, B2C o B2B, antígua o recien creada... La fiebre del C.M. se ha extendido tan rápidamente como en su día lo hicieron la del Brand Manager o la del Interactive Advisor.

Sin embargo, esta vez, tenemos muchas menos pistas para saber lo que realmente es. En mi opinión, hay tantos tipos de C.M.'s como personas y personajes ejercen ese oficio. Sus procedencias son muy diversas, desde planificadores interactivos reconvertidos con la crísis, hasta jóvenes que han pasado unos años en el extranjero en contacto con la ciber-vanguardia. Lo único que todos tienen en común, es una puntuación con tres dígitos en Klout.


 Much ado but nothing 

 En castellano, se tradujo esta genial obra de Shakespeare como "Mucho ruido y pocas nueces", y básicamente eso es lo que aportan la mayoría de los C.M. Se sienten satisfechos de generar mucho "ruido", de movilizar a mucha gente en poco tiempo, de "liderar la coversación" y estar en multitud de blogs. Pero de marketing, lo que se dice marketing, es decir,vender, no demasiado.

Quiero pensar que esta figura no vendrá a ocupar el lugar que dejaron los "divinos directores creativos" que la crísis se ha llevado por delante. Sujetos que podías ver en las terrazas de Cannes vestidos con la ropa rota más cara y exclusiva del mundo, esperando cazar un León y que por lo general confundían el ROI con una marca de detergente.

Quiero creer que más pronto que tarde se fijarán con precisión sus funciones, entre las cuales debe estar la de contribuir de manera eficaz y reconocible a hacer sonar la caja registradora de sus empleadores. Algo mucho más importante que la de construir la Marca más "friendly" del año.


El medio no lo es todo 

Curiosamente asociamos la función de C.M. Con internet y sus aledaños y a la persona que la ejerce como internauta a tiempo completo, y eso, en realidad, es decir muy poco. Es verdad que este nuevo trabajo se asocia a la gestión de la comunicación de la Marca a través de los nuevos canales tecnológicos, pero no puede limitarse a eso.

Es preciso que el C.M. posea una visión integral de la Comunicación. Primero, porque todos los canales y todas las herramientas contribuyen a generar "comunidad". Y segundo, porque sus públicos van mucho más allá de los "fans" de la Marca y de los jóvenes más o menos ociosos.

Es preciso también, que el C.M. sepa tanto de átomos como de bits, que diría Negroponte, y que se maneje con soltura en el mundo del marketing, incluída la terca contabilidad. De todas maneras creo que a pesar de que se den con frecuencia estas carencias tendremos C.M. para rato. Al menos hasta que los Departamentos de Marketing se familiaricen con las nuevas tecnologías y los nuevos escenarios relacionales... ¡y es tan duro salir de la "zona de confort"!.


 Eduardo Irastorza


22 de octubre de 2011

21 N, hoy es el primer día de tu próxima campaña.

Dentro de sólo unos días comenzará oficialmente la Campaña Electoral. Todos los medios de comunicación han coincidido en señalar que la misma se inició en el momento en que el actual Presidente del Gobierno de España anunció que no tenía intención de presentarse de nuevo al puesto de candidato de su partido.

En mi opinión la campaña, empezó mucho antes. El mismo día en que se hicieron públicos los resultados de las anteriores elecciones. Este Post trata de demostrar que vivimos en un permanente período electoral, gracias al cual, la publicidad ha encontrado un confortable oasis en medio del desierto de la desinversión privada. En él, los partidos políticos se disfrazan de administraciones para dar rienda suelta a caras e irrelevantes campañas de propaganda.


Del papel al bit

Los que han vivido la evolución de la Democracia en España han visto ya de todo: desde ciudades empapeladas  hasta el famoso "sms...pásalo". Al principio, toda esta algarabía del gasto desenfrenado en propaganda masiva se concentraba en unas semanas previas al "Evento" y se detenía de golpe el día previo, en lo que se ha dado en llamar "Día de la Reflexión" (me pregunto a que nos dedicamos el resto del año). El caso es que una vez recontados los votos todo el "roadshow" se paraba hasta dentro de cuatro años.


Never end story

Todo eso ha cambiado para siempre. Cualquier gobierno por muy local que sea, se rinde a la tentación de dedicar una parte de su presupuesto (o de sus deudas) a poner en marcha "Acciones de Autobombo". Los motivos son lo de menos, siempre que proyecten algún noble valor, una finalidad educativa o una iniciativa de progreso. Hablemos de ello...


Algún noble valor

Es curioso, pero casi ninguno de los temas elegidos para este tipo de campaña figuran entre las preocupaciones prioritarias de los ciudadanos que son regularmente identifica y publica el CIS. En  cualquier caso, como diría John F. Kennedy se trata de "ganar la batalla de los corazones y las mentas."


Una finalidad educativa

Son sin duda las más polémicas, porque salvo excepciones proyectan un mensaje ideológico que molesta justo al de enfrente. Muchos consideran que están de más y creen, como Thomas Jefferson, que "es bueno que el estado piense en uno pero no por uno."


Una iniciativa de progreso

Este tipo de publicidad es más frecuente de ver cuanto peor van las cosas. Normalmente los carteles informativos y las relaciones públicas cuestan más que la propia obra. Todos tenemos de ello ejemplos en la memoria. ¿Eh?


Los hechos son tercos

Eso dijo Winston Churchill y así es. No podemos negar que los 365 días de campaña al año, sea éste electoral o no, han llegado para quedarse. Por lo tanto, sería bueno poner un poco de orden en esta cuestión. Es preciso dar más rigor, sentido y oportunidad a este tipo de "publicidad permanente". Los medios que viven de ella en tiempos de vacas flacas difícilmente la van cuestionar, mucho menos quienes la crean y parece improbable que la clase política le vaya a dedicar mucho tiempo a cuestionar la situación.


Estás a un click de cambiar las cosas

Afortunadamente, los nuevos medios, las redes sociales, los blogs, foros...en definitiva, la iniciativa de los ciudadanos-contribuyentes-votantes-cibernautas-pacientes,  puede poner en evidencia el mal uso y abuso de la publicidad cuando se mete en política, invito a todos a participar. Al fin y al cabo la política es una cosa demasiado seria como para dejársela sólo a los políticos.

Eduardo Irastorza




12 de octubre de 2011

Mito y realidad de las Redes Internacionales

Hace más de cuarenta años los hermanos Saatchi llegaron al convencimiento de que si una agencia alcanzaba una dimensión realmente global y era capaz de ofrecer un servicio que también lo fuera, la continuidad y el éxito de la misma estaban asegurados. Lo decían los gurús de la Harvard Business School: "el mundo se encamina inexorablemente hacia la concentración de unas pocas marcas globales en todos los sectores".

En buena lógica, pensaron, lo mismo habría de ocurrir con las agencias. Las tres o cuatro que quedasen en pie al final del proceso de concentración tendrían asegurado el negocio: si por ejemplo,  tu cliente, una poderosa marca global de coches te dejaba para irse con la competencia, la marca de automóviles que hasta entonces estaba con ésta se iría, sin duda, contigo. ¿Porqué? Por que tu gran agencia global era la única que podía ofrecerle una atención igualmente global.

El juego consistiría por lo tanto, en cambiar "cromos" entre unos pocos jugadores que siempre serían los mismos y que estarían de acuerdo en no dejar entrar a los intrusos en la partida. Si los advenedizos demostraban talento y agallas, se les compraba por una desorbitada cifra y fin del problema.

Sobre el papel sonaba perfecto. De hecho, Saatchi & Saatchi se pasó varios años comprando agencias por todo el mundo, algunas incluso más grandes que ella misma, hasta convertirse en una super-agencia global, la primera europea que retaba la hegemonía norteamericana.

Sin embargo, algo debió fallar en este planteamiento, ya que hoy la compañía de Maurice y Charles Saatchi es una más (y no la más importante)  de las agencias que se integran en el grupo francés Publicis.


La realidad supera a la ficción

La teoría de disponer de una Red Global perfectamente integrada y capaz de trabajar conjuntamente en los más ambiciosos y complejos concursos internacionales, está desgraciadamente bastante lejos de ser cierta, y eso que internet ha puesto las cosas mucho más fáciles para todos.

Hay poderosas resistencias que vencer que los gurús pasan por alto. Citaremos algunas de ellas:


1.- Las redes rara vez se estructuran con precisión. 

Son más un ejercicio de buena voluntad entre pares. Tienen encuentros al más alto nivel, cruzan e-mails,  publican newsletters con las Best Practices del grupo... pero sus procesos arrastran grandes inercias locales que siempre han funcionado y a las que no se quiere, o se sabe, renunciar.


2.- Los interlocutores y responsables cambian a la velocidad del rayo.

A pesar de la crisis, el publicitario sigue siendo un sector con enorme movilidad y quien hoy es tu compañero en el desarrollo de una compleja herramienta de análisis de mercado mañana es tu rival en otro Grupo.


3.- Yo gano hoy, tú... tal vez mañana.

Cada nuevo gran "Pitch" internacional, léase concurso, motiva a cada elemento local de muy distinta manera. Desde luego quien propone la intervención de toda la Red tiene mucho que ganar, quiere dar la sensación al potencial cliente de que contará una coherente propuesta global. El resto, va desde la colaboración desanimada, ya que merma recursos a proyectos que SI aparecen en la cuenta de resultados a final de año, hasta la abierta hostilidad, pues el concurso lo convoca una marca de la competencia de un poderoso cliente local.


4.- Y si ganamos, ¿cómo repartimos?

Esta cuestión nunca queda clara, de hecho es difícil saber de principio el volumen de trabajo que a la larga se va a tener que llevar a cabo. Con lo cual cada agencia del grupo participante no puede saber si va a tener un" fee", si va por proyecto, o seguirá concursando indefinidamente, porque "se gana pero no se gana." Me explico: con suerte se hace la gran campaña de lanzamiento, re-lanzamiento, corporativa o lo que sea y después el flamante nuevo cliente vuelve a la dinámica de concursos permanentes para cualquier minucia.


5.- El nivel no suele ser "homogéneo".

El ambicioso briefing global suele acabar en la mesa de algún becario desocupado al que se le da una oportunidad y poco tiempo. Es deseable que al menos se maneje con soltura en inglés, porque ni tiempo para mandar a traducir te dan los de la "Red".


6.- Yo, donde me la juego es en casa.

A final de año, el Grupo no te pregunta por cuánto servicio has dado a la Red, sino cuánto has facturado tú solito. Esto es algo que el CEO local se encarga de dejar muy claro a su segunda línea con las consecuencias que son de suponer.


La ficción sorprende a la realidad.

A pesar de todo lo dicho, año tras año,  las publicaciones más prestigiosas hablan del imparable curso de la historia y dan más datos que avalan el planteamiento que en su día hicieron suyo los dos hermanos Saatchi.

Tal vez se adelantaron a su tiempo , tal vez fueron demasiado ambiciosos. A mí, en particular, de lo que no me cabe duda es que gran parte de su éxito se debió a factores menos macro económicos y más personales: es difícil fracasar cuando en tu agencia las cuentas las lleva un joven llamado Martin Sorrell (Hoy Sir Martin) y la dirección creativa un tipo de pelo largo llamado Ridley  Scott. (director de "El muro", Black Hawck derribado" o "Gladiator").


Eduardo Irastorza


12 de septiembre de 2011

Un servicio cada día más saludable: el email


He leído recientemente sobre la apuesta del OpenID Foundation llamada Account Chooser que parece que va a ser apoyada por Google en su próximo modelo de autenticación. El sistema permitirá por ejemplo entrar en Google con una cuenta de Facebook o de Flickr, todo ello usando la dirección de correo electrónico paa identificarnos. La dirección de email es el identificador más usado en la web y así lo entienden prácticamente todas las redes sociales y la mayor parte de los servicios web.  Aunque el email es fundamentalmente un servicio de correo, su utilidad para identificarnos como usuarios no sólo no está desapareciendo sino que sigue creciendo. Casi siempre que quiero recuperar mi password, debo acudir a mi buzón de email; si me tienen que enviar facturas, también al email; si registro un dominio, mi email será la llave de mi negocio online, etc. En ninguna de estas situaciones se me ocurriría utilizar mi cuenta en Twitter.

Esta funcionalidad que tiene nuestra dirección de email demuestra que éste sigue siendo hoy día un elemento troncal de nuestra actividad en al web. La fortaleza del correo electrónico deriva de sus características; se trata de un servicio abierto y neutral, muy extendido (universal) y ya consolidado. Además de ser extremadamente simple de usar, tiene pocas limitaciones y es fácilmente controlable por las empresas. ¿Quien da más?

Muchos analistas coinciden ahora, a diferencia de lo que decían hace sólo unos años, en que el email no tiene fecha de caducidad a la vista. La clave está en que la mensajería instantanea, por su naturaleza, no ha podido ni podrá sustituir a un sistema asíncrono como es el email. Esa diferencia hace que los usuarios utilicen una y otra para cosas distintas.

Quería contrastar estas ideas sobre el futuro del email con los augurios del pasado año sobre su inminente final a raíz de la aparición de sistemas de comunicación más sofisticados, como fué Google Wave. También a Twitter y a los servicios de mensajería de Facebook les hemos calificado a veces como email killers. Eso ocurre porque el protocolo SMTP, que es el que describe el funcionamiento de los sistemas de correo electrónico, tiene ya 40 años y se podría pensar que está obsoleto. Es verdad que los jóvenes casi no usan el email, pero también es verdad que cuando empieza a madurar la presencia de éstos en la red, el email se convierte para ellos, como para nosotros, en algo fundamental.

Es muy probable que el protocolo SMTP ya no evolucione mucho mas, sin embargo las aplicaciones que lo gestionan (los clientes de correo como Gmail o Outlook) pueden ir mejorando como lo han hecho los filtros antispam y las herramientas de clasificación. La funcionalidad de Gmail Priority Inbox es un ejemplo. Esta evolución llevará al email a convertirse en un servicio cada vez más sólido, más seguro y aún más blindado a los ataques. Por otro lado, el correo electrónico no es una herramienta social, no sirve para conocer amigos ni para actualizar tu estado, nunca va a competir con las redes sociales y a cambio será respetado por todos.  Ésa es su gran ventaja. Puede que Facebook desaparezca, incluso Google + o LinkedIn pueden desaparecer en el refriega, pero el viejo correo electrónico siempre estará ahí, mirando impasible esas batallas galácticas en las que estan sumidas las redes sociales.

Las principales amenazas del correo electrónico son los spammers y el mal uso que hacen de él algunas empresas en sus campañas de email marketing. Lo peor de la crisis del spam ya está bajo control. Quedan flecos pero acabará no siendo un problema. El email marketing sin embargo es algo que todavía debe evolucionar y encontrar su lugar. Cuando te das de alta en un nuevo servicio web, por ejemplo, para gestionar proyectos o hacer facturas, evidentemente quieres que el proveedor del servicio te envíe un email cuando has recibido una nueva factura o cuando te han asignado otra tarea más. Lo que no quieres es que empieze a enviarte mensajes de marketing, cupones y promociones. Algunos no son consciente de lo fácil que les resulta a algunos usuarios darle al botón de "Esto es Spam", bloqueando el dominio del remitente y lo que aún es peor, informando de ello a su proveedor de internet quien a su vez lo incluirá en una lista negra. Los proveedores de servicios web tienen que empezar a distinguir entre los mensajes operativos o transaccionales y todos los demás, los corporativos o de marketing.

Cuando te suscribes a un servicio y recibe mensajes, generalmente sólo te ofrecen la opción para activarlo o darte de baja, pero ¿en qué? En muy pocos casos he podido ver que te dejen seleccionar el tipo de mensajes que deseas recibir. Hay que ser más específico. Más o menos así debería ser el formato del formulario para controlar los correos enviados por un servicio web:



Aunque ya hayan pasado 40 años desde que se envió el primer correo electrónico, este servicio no deja de evolucionar. Seguimos encontrando sorpresas agradables y nuevas funcionalidades como si se tratara de un servicio recientemente creado por una start-up. No hacen falta ni gurús ni expertos para evaluar la salud del correo electrónico: mientras nos sigan llegando las cartas nigerianas esto está tan sano como el primer día.


Jaime Núñez



7 de septiembre de 2011

La Comunicación y Punto (Tercera Temporada)

Antes de iniciar esta tercera y última entrega de los "Post Punto Com", conviene que hagamos un sintético resumen. Decíamos ayer...

1.0 Yo te cuento... Y tú te me escuchas. Me descubres y me admiras, tanto, como para salir en mi busca.

2.0 Hablemos... Y hagamos negocios. "Este puede ser el principio de una hermosa amistad." (Casablanca)


Y ahora...

3.0 Creémoslo juntos...
Nuestra Marca, nuestro Producto, nuestra Experiencia, nuestro Futuro...

Lo cierto es que muchos aun no han pasado del 1.0. Pocos logran sacarle todo el partido al 2.0, y muy pocos intuyen la dimensión del 3.0. Volviendo al ya citado ejemplo de Gutemberg y su "máquina de hacer Biblias", el verdadero obstáculo para el progreso de la comunicación digital está en la capacidad de visión y adaptación de las mentes que manejan la nueva tecnología.


En busca de la zona de confort

Es incuestionable. Una vez más la tecnología abre mundos desconocidos, mundos que para ser conquistados exigen un cambio de mentalidad a sus exploradores. Seguro que dentro de no mucho tiempo nos preguntaremos ¿cómo no los vimos? !era tan evidente!

Sin embargo, las cosas no son tan fáciles cuando falta perspectiva, cuando no hay tiempo para pararse a reflexionar o peor aun, cuando ya no se tienen las condiciones ni las ganas de cambiar de mentalidad. Como diría mi amigo Andy, "a un perro viejo le cuesta aprender trucos nuevos", y hoy en día, viejo es...¡lo de ayer!

Cuando apenas el público empezó a sentirse cómodo manejando menús virtuales, las cosas se le complicaban de nuevo una y otra vez, pero por fortuna el vértigo producido por cada nuevo escalón tecnológico se superaba rápidamente y alcanzaban a "tunear" un Mini Cooper al gusto, o lograba hacer una compra virtual en Carrefour. Volvían a sentirse seguros.

Esto del punto cero empezaba a tener su gracia y su utilidad, tanto para el "oferente" como para el "demandante". Además, las estadísticas señalaban que los negocios online se multiplicaban a velocidades astronómicas. Ahora ya prácticamente nadie toma una decisión importante sin pasar antes por la pantalla del ordenador/móvil, ya sea para elegir un restaurante, planear las vacaciones, o ratificar a alguien como "amigo". El mundo 2.0, la "Gran Conversación"se ha impuesto a todo, transformando los átomos en bits y las cualidades en campos de base de datos.


Digerir el nuevo cambio

En general existe un acuerdo tácito para hacer la digestión del segundo plato antes de pasar al postre. Sin duda demasiados cambios en muy poco tiempo. Al menos, eso parecían pensar todos... ¿Todos? ¡No! ...

En un rincón del imperio de la comunicación, algunas pequeñas aldeas reivindican su derecho no sólo a a ser escuchados sino a cambiar las cosas una vez más sin haber hecho aun esa digestión. Exigen participar en la gestión de la Marca, en la definición del Producto, en determinar lo que es y no es coherente con la identidad o incluso cuáles deben ser los mensajes y cómo presentarse en sociedad. Parece que sólo intentan arrebatar las últimas parcelas a los tradicionales gestores del "poder". Curiosamente algunas Marcas (comerciales y personales) aceptan esta versión de lo que significa el 3.0 en busca de un auténtico valor diferencial, pero los resultados confirman que la mayoría de los experimentos de este tipo acaban defraudando a su audiencia, a sí mismas y a sus "stakeholders".

¿A qué nos lleva este nuevo punto? Es difícil saberlo. Seguiremos el criterio de prudencia contable. Parece lo más sensato, sobre todo cuando como diría G. Marx: "Caballeros, la situación es tan confusa que ya no se si soy de los nuestros."


Eduardo Irastorza (C)


28 de agosto de 2011

La comunicación después del "Punto Cero" (Segunda Temporada)


Durante muchos, muchos, muchos años, hemos vivido en el mundo 1.0...¡ y sin saberlo! Igual que Perícles nunca supo que su vida había transcurrido entre los años 495 y el 429 antes de J.C. . No fue hasta que surgió el 2.0 que todos empezamos a darnos cuenta de que algo fundamental en nuestras vidas estaba cambiado. Dejábamos atrás el mundo 1.0 y entrábamos de lleno de en el 2.0, que además, llegaba aureolado con la promesa de nuevas y apasionantes etapas de progreso indefinido.


2.0. La Revolución sin acampadas

Es difícil fechar y localizar el inicio de esta Revolución, eso se lo dejo a otros. De  hecho,  lo mejor de la  misma, es que creo que debe ser imposible datarla con precisión.

 No es sencillo saber cuando las páginas Web dejaron de ser escaparates programados, parecidos a los decorados del Far West en Almería y se convirtieron en algo realmente interactivo, descontrolado y abierto a la imaginación.

 Lo que había sido concebido como un sofisticado sistema de defensa de las comunicaciones a prueba de guerras nucleares (Internet), se transformaba en la Plaza Mayor del mercado más grande del Mundo, y sus posibilidades expresivas, relacionales, políticas y comerciales (que es lo que nos ocupa) se hicieron de pronto infinitas.

Era como si Gutemberg se hubiese levantado una mañana dándose cuenta de lo que su invento para producir  Biblias a gran velocidad a base de tipos móviles iba a suponer la expansión de la cultura, la difusión de las ideas, la educación universal o el triunfo de la democracia (sólo por citar el lado más noble de sus usos).


Publicidad 2.0, otro apellido

Interactuar. Un nuevo verbo que aprenderse. tanto por parte de los ATL's como de los BTL's.

Para los primeros la interactividad era algo absolutamente nuevo y casi despreciable, porque implicaba contrastar el propio Talento con la opinión de la masa, tener que bajar a la arena y escuchar a la recurrente "señora María" de la que todos hablaban y a la que ninguno realmente trataba en su ambiente habitual.

Para los segundos, suponía algo más inteligible, pero también lejano. Al fin y al cabo, una acción de... por ejemplo... marketing directo, podía considerarse "interactiva" con redenciones que no superaban el 2%... al menos la palabra se manejaba con más soltura.


Deme lo que sea... pero envuélvalo en 2.0

La interactividad llegaba al tiempo que Internet se hacía mayor y empezaba olvidar su primera y brutal Burbuja. "By the way" (que diría Dickens) cuántos problemas nos habríamos ahorrado si alguien se hubiese tomado la molestia de extrapolar la experiencia de éste monumental  fiasco al mundo inmobiliario sólo unos años más tarde.


2.0, marcando la diferencia.

 Internet 1.0 había dicho: "Yo te cuento y tu te callas". Internet 2.0 llegaba diciendo: "¡Hablemos!". Ya no se trataba tan sólo de decir "lo importante que es mi Marca", sino de dejar muy claro que "TÚ eres muy importante para mi Marca".



2.0, cediendo la palabra

La Marca empezaba a escuchar, y el Consumidor, al principio tímidamente, a preguntar... luego a pedir , más tarde a exigir y por último a movilizarse.

Las Marcas que lo hicieron bien lo notaron de forma sustancial en su cuenta de resultados. Por su parte, los Consumidores (ahora Cibernautas) que se lo tomaron en serio, obtuvieron verdaderos chollos gracias a su capacidad de "navegar" cada vez con más soltura.

 La generosidad de éstos últimos, o la incapacidad humana de guardar un secreto, motivaron un nuevo fenómeno: la "Viralidad", una palabra tradicionalmente temible, y que ahora estaba siempre presente como  "mandatory" al final de  los "briefings" que se entregaban a  las "nuevas" Agencias 2.0.

Lo cierto es que hoy por hoy el avance tecnológico va muy por delante de la capacidad para intuir sus posibilidades y eso pone muy nervioso a todo el mundo. A pesar de ello, seguimos adelante y ahora vamos de lleno a por el 3.0. ¿Qué es? ¿Dónde nos lleva?.. ¡ No se pierda la Tercera Temporada!


Eduardo Irastorza (c)


25 de agosto de 2011

La Comunicación antes del "Punto Cero" ( Primera Temporada)

Hace unos años, en Oxford, había una atracción ya desaparecida, llamada “The Oxford Story”. La exhibición estaba fantásticamente hecha. Te subías a un carrito y en diez minutos recorrías los más de mil años de historia de esa  universidad única. Figuras de cera y una extraordinaria decoración reproducían velozmente los momentos clave. Este Post quiere ser algo parecido. Le invito a subir al carro del tiempo y descubrir, en una primera entrega, que pasó antes de que llegase el “Punto de Cero”. Es verano, estamos “casi” de vacaciones, por favor disfrute del viaje.


Al principio, era todo tan sencillo...

Durante el siglo pasado se empezó hablando simplemente de “comunicación”. Cuando ésta era comercial se le llamaba publicidad (en inglés advertising, del latín advertere: advertir, aconsejar, de ahí la famosa frase de “¡y ahora unos consejos comerciales!). Si  el contenido era político se trataba de lo mismo, pero se hablaba de propaganda. Un término peyorativo y que a pesar del tiempo no ha dejado de ser para muchos sospechoso.


Pero pronto se empezó a complicar…

La publicidad, superó mil barreras: se imprimió, se radió y más tarde se emitió por TV. Por suerte para todos siguió llamándose así.  El lío vino más tarde, cuando surgieron otros medios llamados “no convencionales”, influidos por las nuevas técnicas de marketing.  Había nacido el BTL  (Bellow the Line) que por oposición ponía a todo lo anterior, ya conocido, “sobre la línea” ATL (Above the Line).


Enemigos íntimos

 La delgada línea roja estaba situada en un punto tan indefinido que llevaba a las antiguas (ATL) y nuevas (BTL) divisiones de los grandes grupos de publicidad a soterradas guerras intestinas a la caza del mismo presupuesto de un mismo cliente. (Por esta parte de la exposición es mejor pasar rápidamente).


Por la pasta, hacia la Convergencia

Durante  años, los de ATL despreciaron a los de BTL. Hasta que un día la cuenta de resultados de los segundos comenzó  a superar a la de los primeros. En ese momento, los más lúcidos de los partidarios del ATL empezaron a hablar de Comunicación Integral, 360º, Holística, etc., con la sana intención de seguir siendo ellos los que dominaran la situación interna… y lo consiguieron. La calma volvía a aparecer en el horizonte.


…Y entonces llegaron los"Surffers On Line"

Ya lo dijo Carlos Marx: “el imperativo histórico no se detiene jamás”. Al poco  tiempo, de la nada (y nunca mejor dicho) surgió el “mundo On Line”, con sus jóvenes profetas de Sylicon Valley,  que dejaban al resto de la profesión aparentemente reunificado en el  “territorio Off Line”. El nuevo universo virtual crecía exponencialmente mientras que  las agencias, que aun no habían acabado digerir la integración, veían caer aceleradamente sus ventas.
.
Para acabar de complicárselo todo aun más a las “viejas vacas sagradas”, que habían dirigido el negocio durante décadas, los Clientes empezaron a tomarse más en serio el marcaje a sus márgenes, de modo que poco a poco se cerraba  el cerco a unos  beneficios racionalmente insustentables.

Los chicos de  On Line por su parte llegaban con la bandera de la eficiencia del Click Trough y del incuestionable Google Analytics, frente al indefinido GRP de toda la vida. La creatividad y el negocio se vestían decididamente de bits y dejaban atrás el traje sastre de doble página.


Una última batalla (por ahora)

Una vez más “los de siempre” volvieron a la carga, reivindicando por enésima vez la integración (esta vez On-Off), con el fin salvar los muebles, pero por desgracia, ya era tarde para entender el nuevo lenguaje.

 Esos tipos con perillas y pantalones piratas eran todo un jeroglífico para ellos. De hecho, cuando los “jefes” se decidían a salir de sus despachos y paseaban entre las mesas de trabajo de sus ciber-empleados (siempre atiborradas de gadgets frikis) nunca sabían si éstos estaban perdiendo miserablemente el tiempo navegando  en “youtube”, o testando el efecto viral de sus campañas en Asía.


Y ahora... ¿Qué?

Ahora toca hablar de la comunicación 2.0, 3.0, 4.0… Pero eso es materia para el próximo Post. Nuestro viaje seguirá hacia el mundo del futuro en ... “La Comunicación después del punto cero.”




Eduardo Irastorza (c)



27 de julio de 2011

¿Progresas o equilibras?

Un nuevo Mantra ha surgido: la búsqueda del Equilibrio. El término ha escapado con decisión de las revistas de salud interior y de los libros de auto-ayuda y meditación y ha sabido colarse en todos los ámbitos de la vida, incluido el marketing y la estrategia... Y eso, ya es otra cosa. Sin duda nos afectará a todos aunque no queramos. Bienvenido Equilibrio, adiós Progreso.


Durante los últimos siglos el Progreso ha sido, indiscutiblemente, el motor de la historia. El Progreso era entendido por todos como "esa poderosa fuerza que capaz de transformar la realidad y de fijar un camino en el tiempo que nos aproxima a una felicidad más completa". Hoy, hasta esa referencia se pone en cuestión. ¿Dónde vamos a parar? Algo se mueve bajo nuestros pies...

Reconozcámoslo. La creencia en el Progreso nos ha tranquilizado y animado a todos y en todas partes ( al menos en las partes que realmente cuentan) durante mucho, mucho tiempo. El Progreso, tiene sus logros: ha echado abajo las pesadas puertas de La Bastilla, ha roto las oprobiosas cadenas de la esclavitud, ha demolido el odioso muro de Berlín y ha puesto al hombre en la Luna, entre otras muchas cosas. El balance parece muy positivo, sin embargo, en los últimos tiempos este poderoso concepto parece haber perdido tres atributos fundamentales: su Impulso, su Interés y sus Valedores.


Hablemos del Impulso

Admitámoslo. No todo ha sido bueno. El Progreso tiene su precio, y a lo largo del camino ha ido dejando cicatrices e incluso cadáveres. No es preciso ser uno más de los oficialmente indignados para darse cuenta de ello. Lamento tener que ponerme un poco "oriental", pero es incuestionable que a cada gran salto adelante le ha acompañado siempre una gran pifia hacia atrás de similares dimensiones... algo así como el Ying y el Yang. Ejemplos hay en la mente de todos. Si a ésto sumamos que aquellos índices tradicionalmente asociados a la idea de Progreso están bajo mínimos (crecimiento económico, seguridad, libertades, educación... ¡las pensiones!) hemos de reconocer que la idea da menos juego que los chicos de Guardiola en la Copa América.


Hablemos de Interés

Seamos sinceros. Tal como están las cosas a nadie le importa el Progreso "en general", sino el "qué hay de lo mío". Hemos llevado la conversación a lo trivial, a lo inmediato, a lo "hegoísta" con "H" de hipoteca; porque realmente es lo que nos aprieta el propio zapato ¿y lo demás?... lo demás queda muy lejos.

El debate no está centrado en "cómo" salir del hoyo al que nos ha conducido el dichoso Progreso, sino en "cuándo" saldremos de él. Sin duda refleja ansiedad y falta de ideas... Frívolo, pero cierto.


Hablemos de Valedores

Echemos un vistazo. Nadie se atreve a salir de casa vestido de Progreso. En el mejor de los casos nos hemos encontrado con los "ilusionantes" mensajes de "Change" y "Hope" del otrora victorioso y ahora denostado Barak Obama. Mensajes que los "tercos hechos" han demostrado vacíos de contenido.

El Progreso ya no tiene quien lo defienda, quizás porque tal y como siempre ha sido interpretado, ya no tiene verdadero sentido. El número de bajas en combate supera al avance obtenido, exactamente como ocurría hace casi cien años en los devastados campos de Paseechendaele o Ypres. Así que en los cuarteles generales de todo tipo de instituciones, públicas y privadas, interesadas o y altruistas, se escucha la misma consigna: "por ahora chicos, perfil bajo y quietecitos cuando empiece el ruido."


Y entonces llegó... el Equilibrio

El Equilibrio es un concepto tan antiguo como el poderoso país que lo acuñó y perfeccionó; la potencia emergente que tiene más dólares en su reserva que Estados Unidos de costa a costa, la misma nación que cuenta con una moneda, el Yuan, artificialmente y oproviosamente devaluado: hablamos, claro está, de la milenaria China.

El Equilibrio sienta bien. Tiene futuro y hasta "buen rollo". Ya no se trata de tener más, y más, y siempre más... sino de estar a gusto con lo que se tiene y eso es algo al alcance de todos.

Se trata de que las cosas sean armoniosas y "sostenibles" ( aunque algunas, como la balanza de pagos persona,l se empeñen en no serlo). El auténtico Equilibrio pasa por saber estar en paz con uno mismo y con los demás (esto requiere leer algunos manuales de Lao Tsé y evitar ver la película de Confucio, bastante mala por cierto).

Consiste en definitiva en reconocer que el valor de las cosas es relativo, aunque el cuerpo nos diga algo distinto, y también en saber decir que no a un sobre esfuerzo laboral mal pagado que nos quita horas de conciliación con nuestro yo interior. ¡Aquí si hay impulso, interés y valedores!

El Equilibrio ha llegado para quedarse por mucho tiempo. Os propongo que sigáis la evolución del número de búsquedas de este término en Google durante los próximos seis meses. Se abren las apuestas.


Eduardo Irastorza (c)



15 de julio de 2011

Think small (La publicidad que amo)



Sinceramente...

¿Qué respondería usted si fuese un prestigioso publicista de una gran agencia de Madison Avenue, y alguien llamase a su puerta pidiéndole que le ayudase a vender un coche feo y pequeño… y que para colmo se le había ocurrido al Canciller Adolf Hitler?



"Hay que ser un genio o estar loco."

Un verdadero publicista reúne ambas cualidades, y ese era el caso de William Bernbach y su equipo. Bill, junto con su redactor, Julian Koenig y su director de arte, Helmut Krone, posicionaron el automóvil "enano" (diseñado por el mismísimo Ferdinand Porsche veinte años antes, mientras fabricaba Panzers) como una verdadera “declaración de intenciones” frente a la megalomanía que asolaba los Estados Unidos por aquellas fechas.

El primer acierto de Bill fue saber hacer de la debilidad virtud, “si es pequeño, hazlo aun más evidente, hasta que proyecte el orgullo de serlo". Una anécdota de aquellos años puede ilustrar esta reflexión. En cierta ocasión, James Byron Dean (ése era su verdadero nombre) fue rechazado como actor por ser demasiado bajo. Su respuesta fue irónica y sencilla: “No sabía que el talento se midiese en pulgadas”.

Algo parecido pasó por " las mentes y los corazones" de Bernbach y sus muchachos, y con un titular de dos palabras, una sencilla foto de “la cosa” en medio de un inmenso fondo blanco y algo más de cien palabras, construyeron, en mi opinión, el mejor anuncio de la historia de la publicidad.

Lo verdaderamente grandioso es que en todo este proceso no hubo impresionantes investigaciones previas, ni test por todo el país, ni complejos planes de medios. Apenas unas cuantas páginas de prensa, las suficientes como para que no se hablara de otro tema, en la profesión y fuera de ella. La cuenta era pequeña y no estaban para alegrías. Así que plantearon un tímido y perfectamente dimensionado desembarco en la patria de los coches infinitos, con asiento frontal corrido y cromados por todas partes. Una vez más, el medio fue parte determinante del mensaje (que dijo McLuhan).

La clave de esta historia es que un reducido grupo de personas brillantes, en las que cada una de ellas entendía lo que hacía el resto (¡qué tiempos aquellos!), dieron con el insight que bullía en la mente de millones de personas hartas de ver anunciados, por todas partes,"bienes" que nunca podrían llegar a ser suyos y que se resistían a sentirse frustradas por ello.

Bill & Co. lo hicieron: cambiaron la conversación y metieron en el competitivo mercado americano al "Coche del Pueblo". (esa es la traducción literal de Volkswagen).

Es verdad que luego vendría Walt Disney y su Herbbie; el coche con alma, amor propio y al que incluso un patán enamorado al volante podía hacer ganar la gran carrera. "La Factoría" puso también su parte, pero eso, ya es es otra historia, una de las mejores... del Product Placement.

Para terminar. Por si alguien cree que este artículo está motivado por el romanticismo y la nostalgia quiero añadir un dato frío, irrefutable y esclarecedor: las ventas del “escarabajo” subieron 500.000 unidades por año. Su rentabilidad fue tal que, con mínimas variantes, ha sido el automóvil con una producción más prolongada de la historia.

Ideas prácticas

A modo de resumen, algunas útiles reflexiones para tiempos de crisis:

1.- Tener poco dinero a veces es lo mejor para potenciar la imaginación y asumir riesgos.

2.- Tener pequeños equipos, pero cohesionados, ahorra tiempo y nos acerca al éxito.

3.-"Es la diferencia, estúpido" Si no la tienes, no insistas, no eres nada, gastes lo que gastes.

4.- Nadie se pregunta nunca si el que lo firma es el que lo piensa. (Lo siento por los Egos)

5.- Puedes vender a tus antiguos enemigos a condición de que los veas como adversarios.

6.- El especialista debe saber dar con todas las respuestas de lo suyo.

7.- El estratega ha de saber hacer todas las preguntas necesarias a todos.

8.- Los recursos tecnológicos seguirán sin ser capaces de vender nada por si solos.

9.- La notoriedad ha muerto, ¡ larga vida a la relevancia!

10.- Como demostró Draper, no se trata de reinventar la rueda sino de descubrir el Carrussell.


Epílogo

Cómo dijo David Ogilvy, otro de mis héroes de la época:" Sabes que un anuncio es realmente bueno si piensas: ¡Dios mío, porque no se me habrá ocurrido antes a mí!".

Ese será el eje de algunos otros artículos en esta línea.


Eduardo Irastorza


30 de junio de 2011

La Publicidad española no sale del armario

En “El último Emperador”, en mi opinión, una de las peores películas de Bernardo Bertolucci, hay sin embargo, una secuencia inolvidable. Aquella en la que el personaje que interpreta Peter O’Toole, un elegante y erudito tutor oxoniense, se presenta al adolescente “Señor del Reino del Centro”. El joven dice al gentleman: “Yo sé que tu sabes, que yo sé que tu sabes, que eso, lo dijo Confucio”, en referencia a un panel que hay sobre su cabeza escrito en delicados ideogramas chinos. El británico asiente con una sonrisa.
Algo parecido le ocurre a nuestra Publicidad. Los Clientes esperan un servicio integral de sus Agencias, pero éstass, con la crisis, se han quedado descapitalizadas de talento, y lo buscan y contratan fuera. Es la única forma de evitar unos costes fijos que les ahogan y les da opción a ser mínimamente competitivos.
Los "Mercenarios" se presentan como parte de la plantilla de la empresa (algunos de ellos llegan a reunir media docena de tarjetas distintas, como si se tratara del juego de pasaportes de Chacal). Todo el mundo sigue el juego y todos saben cómo son las cosas en realidad, pero nadie se decide a “salir del armario” y asumir con naturalidad los hechos. En los países anglosajones es frecuente, desde hace años, que las agencias más dinámicas y creativas de publicidad tengan firmados una serie de acuerdos de “partnership” con proveedores que se comprometen contractualmente a no trabajar para marcas de la competencia. Es sencillo, ágil y transparente. Además el cliente sabe que para cada caso concreto puede reunir el mejor equipo posible a un precio que no repercute apenas en sus costes fijos. El éxito depende sobre todo de la capacidad para aglutinar y gestionar talento.
En Estados Unidos, algunos sectores, como el cinematográfico, lo llevan entendiendo y haciendo así desde hace tiempo. Históricamente, las grandes productoras se veían obligadas a desarrollar todos sus productos con los mismos recursos, desde los guionistas a los actores, pasando por directores o maquilladores. El resultado era... películas que se parecían demasiado y, demasiado a menudo. El esquema respondía al viejo síndrome de "vendo lo que tengo en vez de tengo lo que vende". hoy, las nuevas producciones de éxito saben reunir el talento adecuado a cada caso y consiguen una eficiencia infinitamente mayor a todo lo largo del proceso.
Pero volvamos al interior del armario. A pesar de la crisis los grandes grupos se empeñan en convencer a sus clientes multinacionales de que los mejores recursos están a su disposición, porque, curiosamente, los reúne “la Gran Agencia”. A cambio éstas esperan recibir una minuta significativamente superior a los “pequeños actores del sector”.
El imparable fenómeno de las Mesas de Compras ha conseguido cambiar notablemente el panorama, y contribuye a acercar la ficción a la realidad. El cliente, ahora, está dispuesto a “tener una aventura” con el que mejor relación calidad/precio ofrezca en un caso concreto, pero parece poco dispuesto a “casarse” y menos aún a ”pasar una pensión” (llamémoslo fee).
Sólo hay una excepción que justifica una relación a largo plazo y es convertir a la agencia en una prolongación de los Departamentos de Marketing, Corporativo y Comunicación del Cliente (al que la crisis también ha obligado a retener menos recursos) La agencia debe convertirse en un verdadero partner estratégico, capaz de identificar, reunir y gestionar con éxito los recursos estrictamente precisos para responder a necesidades puntuales, que sumadas, a lo largo del tiempo, dotarán de coherencia, relevancia, proyección y fortaleza a la Marca… que es en realidad de lo que va todo esto.
Mientras tanto, seguiremos esperando a que las cosas se llamen por su nombre... Tal vez habría que proponer el Día del Orgullo del Publicista. Eduardo Irastorza.


8 de junio de 2011

Un planner llamado Smiley


"- Señoras y caballeros, Mr. George Smiley- anuncié gravemente levantándome para presentarlo – una leyenda del Servicio Secreto. Muchas gracias.

- Oh, no me considero una leyenda, ni mucho menos – protestó Smiley – No soy más que un viejo bastante gordo, varado entre el pudding y el oporto."


Así le presentan y así se define a sí mismo el más famoso agente secreto creado por John Le Carré en una de sus mejores novelas “El peregrino secreto”. El auditorio que le escucha embelesado está formado por un grupo de selectos jóvenes que se preparan en la recóndita escuela de Sarrat para servir, eficaz y discretamente, al Gobierno de Su Majestad.

Siempre me ha parecido que Smiley representa mejor que ningún otro personaje de ficción la faceta más oculta del planner, el lado realmente oscuro de su trabajo. Aquel que va mucho más allá de definir un posicionamiento, establecer un territorio o trazar una estrategia integral de comunicación.

No todos los planners llevan a cabo "misiones clandestinas". Sólo unos pocos han vivido situaciones de este tipo: apasionantes, silenciosas, complejas y siempre ocultas, incluso para sus propios compañeros de agencia.

Por ello, no es inusual ver a este tipo de planner sentado ante el ordenador rastreando por internet o consultando abultados informes confidenciales al tiempo que toma notas. Nadie en la agencia sabe muy bien en que está ocupado, ni le interesa demasiado. En realidad tampoco nadie entiende muy bien su función, aunque es indudable para todos que ésta debe de ser bastante aburrida, como la de Georges Smiley en las grises oficinas del MI 6 en Cambridge Circus.

En caso de que alguien se acerque a su rincón a preguntarle, se encuentra siempre con una respuesta breve y evasiva. El desconcierto es absoluto entre sus compañeros el día que aparece perfectamente trajeado (o trajeada) y con su propio portátil. Pasa un momento por el despacho del gran jefe, reporta brevemente y no se le vuelve a ver por un tiempo.

¿A dónde se dirige? La mayoría de las veces a “una reunión que nunca habrá tenido lugar” en un lugar discreto.

¿La razón? Dar argumentos al cliente, al potencial cliente, o simplemente al amigo de alguien importante para que éste alcance un fin, más o menos confesable, sirviéndose de recursos del todo inconfesables.

A veces se trata de hacerle el trabajo sin que se sepa, o de darle argumentos que sólo puede encontrar quien conoce a fondo “las tripas del asunto” o “la casa por dentro”. En muchas ocasiones consiste en hacer el trabajo encomendado a otra agencia que no da la talla pero que tiene un contrato de por medio. El Planner analiza la situación, describe el escenario, fija el objetivo, establece la estrategia y si se le pide hasta redacta el documento en todos sus detalles e incluso, si así lo exige la situación, se deshace de todas las pruebas.

Al cabo de un tiempo su interlocutor se apunta un tanto y hace una llamada al jefe del jefe del jefe del planner y quedan a comer en un elegante restaurante para celebrarlo, naturalmente paga la agencia.

El planner vuelve a su sitio y sigue a lo suyo sin poder poner en su hoja de horas a que se ha dedicado tanto tiempo esa semana. El financiero se pregunta porque sigue ahí un individuo tan dudosamente rentable, pero no encuentra respuesta por parte de nadie. Si acaso una sonrisa de complicidad.

Epílogo

Es tan evidente como inadmisible que esta parte del trabajo del planner es uno de los más poderosos elementos de fidelización y captación de negocio de una agencia, pero nadie, ni el mismo planner, lo reconocerá.

Eduardo Irastorza.


18 de mayo de 2011

Jeckyll y Hyde acaban con la clase media

El personaje de Robert Louis Stevenson nos ayuda a entender mejor al consumidor actual y a interpretar uno de los síntomas más característicos del marketing actual: la polarización de la oferta.
Todos conocemos la historia del Doctor Jekyll y Mr. Hyde. Algunos, los menos, la han leído. La mayor parte la descubrieron gracias a una de sus múltiples versiones cinematográficas. Yo la ví por primera vez en televisión. Nunca olvidaré la imagen en blanco y negro de Spencer Tracy levantándose convertido en un terrible monstruo tras la mesa de su laboratorio (en aquellos tiempos no existían los sofisticados efectos especiales que hoy disfrutamos, y era preciso recurrir al espacio en off, a la imaginación del espectador y a una música terrorífica para completar el efecto).

La historia sigue estando vigente y cada vez afecta a más personas en todo el mundo. Indudablemente de forma menos violenta, pero igual de esquizofrénica. En vez de acabar con individuos, ahora extermina la clase media en todas sus manifestaciones.

El mercado es tal vez el lugar donde su acción se hace más patente, las “Marcas Intermedias de toda la vida” desaparecen acelerada e inexorablemente. Veamos sólo cinco ejemplos, aunque podemos encontrar uno en todos los sectores imaginables…

Coches. Tenemos (queremos tener) dos: el representativo, de gama alta, para citas de negocios y compromisos sociales, y el de gama baja, para ir a la compra o dejar los niños en el colegio. El primero debe estar siempre impoluto. En el segundo, da igual que encuentres una vieja botella de agua recalentada rodando por el suelo y chocando con regalos promocionales de Burguer King.

Vestuario. Exige disponer de dos armarios: el elegante, sólo primeras marcas, muy caras; y el “de batalla”, con ropa de cadena de tiendas (e incluso de gran superficie) que dura lo que dura y cuesta lo que cuesta.

Comidas. Si salimos a cenar podemos optar entre dos sitios: el restaurante de firma y tendencia para las ocasiones especiales, o el “de menú de la casa”… cuando no, fast food… o tele pizza / chino / mexicano / hindú…

Televisores. En el salón debe haber una “Superpantalla-Plana-Home-Cinema” y en el dormitorio una barata, mucho más pequeña y de marca impronunciable.

Vacaciones. Alternamos los cinco días en las Seychelles a “tutti plen”, con las tres semanas de oferta en la playa contratadas a la baja por internet el día de antes.

¿Dónde quedan las Marcas intermedias?
Sencillamente desaparecen poco a poco. Tratan de sobrevivir vendiendo una imagen de equilibrio calidad / precio, pero es difícil que éste argumento sea ya relevante para la desdoblada personalidad del consumidor actual. Es fundamental tener claro a quién te diriges: ¿a Jekyll o a Hyde?

A continuación, dos buenos anuncios como ejemplo:



9 de mayo de 2011

Planificadores: ¿Y tú de quién eres?

¿Qué es un Planificador Estratégico? Bajo esta denominación se identifican perfiles muy diferentes que desarrollan su actividad en escenarios muy diversos, manejando herramientas distintas y fijándose objetivos igualmente variados. Con todo, poco a poco, va tomando forma una definición nueva, propia y que en gran medida es resultado de la evolución de esta función.



¿Quiénes son?

El Planificador Investigador

Esta figura se remonta a los tiempos de Don Draper (ver la serie Mad Men), es decir los años sesenta en que brillaban las agencias de Lasker, Resor, Rubicam, Burnett, Bernbach y Ogilvy. Eran los días dorados de Madison Avenue. En aquel momento aparecieron en sus oficinas expertos en sociología, psicología, filología (e incluso psiquiatras) que deseaban ganar más dinero que dando clase, y que además poseían unas indudables cualidades como vendedores. Su trabajo consistía en darle un tono académico a las elucubraciones de los divos creativos. Fueron los inventores de la “retórica publicitaria”. Su valor profesional era directamente proporcional a dos cualidades: por un lado, su capacidad para encontrar / generar argumentos a posteriori, y por otro, su habilidad para diseñar complejas herramientas de análisis. En una primera fase su trabajo recordaba al cuento del traje nuevo del emperador, ni la agencia ni el cliente sabía muy bien de que hablaban estos elegantes universitarios pero nadie se atrevía reconocerlo. Este tipo de planificadores fue lo bastante listo como para organizarse en asociaciones y generar sus propias publicaciones… una estrategia defensiva y muy eficaz.

El Planificador de Boutique

Las figuras más destacadas de la anterior categoría montaron, sobre todo a partir de los años 80, sus propias oficinas, dando servicio a distintas agencias (igual que hacía Pinin Farina diseñando coches para todos los constructores). Habían nacido los Gurús de la planificación. Personajes que identificaban tendencias anticipándose a su tiempo. Escribían libros, daban conferencias y salían de las agencias para convertirse en figuras mediáticas. Contratarles era extraordinariamente caro, pero daba mucho tono a quien lo hacía. Sus boutiques eran pequeños museos antropológicos y su personal de lo más “cool”. En realidad su trabajo no era muy complejo, empezaba y concluía con la definición de un territorio para la marca. A partir de ahí el resto podía hacer su trabajo, mientras él se iba al Pacifico una temporada para investigar nuevos hábitos de conducta y escribir un revelador artículo.



18 de abril de 2011

Segmentación en las gradas

Durante las próximas semanas los dos mejores equipos de fútbol del mundo van a enfrentarse en varias competiciones. Estamos hablando, naturalmente del Real Madrid y del Barcelona. El primero, cuenta con el palmarés más impresionante de la historia, y el segundo es, como el mismo afirma, mucho “más que un club”.

¿Qué va a ocurrir? Es imposible saberlo, lo único seguro es que millones de personas, en todo el mundo, seguirán cada uno de los encuentros. El objetivo de este Post no es hacer un vaticinio, ni establecer una comparativa estratégica entre ambos gigantes del fútbol, sino servirnos de sus públicos para establecer un modelo de segmentación aplicable en los más diversos ámbitos sectoriales. Un modelo que establece cuatro categorías de públicos, ordenados en dos Ejes:

El Eje de Conocimiento oscila entre…

Esporádicos

Son aquellos que acuden alguna vez al campo. Su paradigma lo representa el padre que lleva a su hijo al fútbol por primera vez, una inolvidable experiencia iniciática que se recordará toda la vida. El Esporádico no siente la necesidad de saberse de memoria la alineación, ni de conocer el puesto que ocupa su equipo en la tabla de clasificación. Lo importante para él es el ambiente y pasarlo bien. Hasta ahí llega su nivel de exigencia. El resultado no es demasiado importante, de hecho, sea cual sea, seguirá fiel a sus colores, leal a una tradición familiar que no hay razón para alterar. En resumen, este público da poco, no espera mucho, entiende lo justo y encuentra pocas razones para cambiar. En Telefonía móvil, por ejemplo, su contrapartida serían esos clientes maduros, poco entendidos, que contratan servicios elementales. En términos comerciales son de de bajo “Churn” (índice de rentabilidad por cliente.

Entendidos

Están en el otro extremo del Eje, y es el menos habitual de los públicos. Conocen a fondo el fútbol, valoran el talento allí donde esté, aunque no sea en su equipo. Sólo se toman la molestia de opinar entre sus pares. Son fieles a sus colores pero anteponen ver buen juego a los buenos resultados (y si no que se lo digan a Capello). Son capaces de cuestionar al entrenador si el equipo no juega bien aunque gane. Están dispuestos a disculpar errores si hay un verdadero proyecto a largo plazo. Consideran esenciales los valores que definen al Club y no transigen en este terreno. El mejor ejemplo en otro sector es Apple, donde la deficiente cobertura de sus teléfonos no le ha supuesto el abandono de sus fieles. Su imagen, su estilo y su compromiso con la innovación se traducen en una sólida lealtad. El Entendido, de ser identificado, supone además una enorme ayuda a la hora de establecer estrategias o valorar o definir nuevos productos. Sin duda son el mejor aliado para alcanzar el éxito y hay que saber cuidarlos. En fútbol, sólo el Real Madrid y el Barça cuentan con una masa crítica significativa de los mismos.


El otro Eje hace referencia a la Lealtad, en un extremo nos encontramos con …

Los Tifossi

Viven por y para su Equipo, lo consideran parte de su vida. Sus estados de ánimo dependen del último resultado, dan colorido al campo y son capaces de cruzar el continente en autobús para ver jugar a su equipo a 15º bajo cero. Son grupales, ruidosos e incondicionales, hacen un gasto continuado en su club… pero también suponen una amenaza, ya que consideran sus colores, la marca, más suya que de nadie. Pueden montar escándalos tanto si ganan como si pierden y creen que constituyen la auténtica esencia de unos valores que se reducen a impulsos emocionales. Su aportación cualitativa es baja, su perfil de conocimiento diverso. Es la clase de fan incontrolable que amenaza con la percepción de la Marca.

Y en el extremo opuesto, los oportunistas e inevitables…

“Yo, siempre con el Líder”

Este público es típicamente español. Si el equipo local consigue buenos resultados de repente todo el mundo sale a la calle para aclamarlo. Estarán al lado del líder justo hasta el próximo traspié. Es divertido ver este fenómeno aplicado en otros deportes a lo largo de nuestra historia reciente: En ciclismo, mientras Induráin ganaba año tras año el Tour de Francia, todos sabíamos que hasta la etapa reina en los Pirineos nada estaba decidido, y que un gregario no es una oveja. Cuando el navarro colgó la bici todo se olvidó. El baloncesto es otro ejemplo, cuando fuimos Campeones del Mundo todo el mundo amaba este deporte, dejamos de hacerlo cuando quedó segundo en el Eurobasket (que tampoco está mal, pero no es suficiente). La afición al tenis va y viene al ritmo de las lesiones de Nadal. El caso de Alonso es aun más evidente, mientras ganaba carreras todos sabíamos cual era el mejor tipo de neumáticos en cada caso, la vuelta idónea para entrar en boxes y la importancia del alerón trasero… ahora, y a pesar de conducir un Ferrari, ya nos interesa menos. Es casi seguro que “la Roja” se desinflará si no pasa de cuartos en la próxima competición internacional. Los “yo con el Líder” son implacables, creen saber más de lo que saben, les gusta presumir de estar con el mejor pero su fidelidad está completamente condicionada por la posición, y por lo tanto su nivel de lealtad es muy bajo. Podemos encontrarlos en todos los sectores.

Ahora que tan de moda está eso de convertir a los Clientes en Fans, conviene reflexionar un poco sobre cuál es exactamente el tipo de Fan que más nos interesa. Tal vez este modelo nos ayude a conocer y situar mejor a nuestros públicos.

Eduardo Irastorza.


8 de abril de 2011

Banca Privada: ¿Volver a empezar?

Eduardo Irastorza.

En los últimos años uno de los sectores más competitivos en la captación de clientes ha sido sin duda el financiero. De hecho, la pelea sigue y seguirá durante bastante tiempo, incentivada por la captación de eso que llaman “cash” y que no es más que el dinero contante y sonante. Un bien, hoy por hoy extraordinariamente escaso.


Uno de los primeros síntomas que como profesional de la comunicación percibí de que las cosas no iban tan bien, de que la crisis ya estaba ahí, fue cuando los grandes bancos privados empezaron a solicitar estrategias de captación “Premium” para segmentos “más bajos”.

De repente cualquier persona con más de 100.000 € en cash (e incluso menos) ya era objeto de toda su atención. El problema radicaba en cómo captarles sin generar un sentimiento de agravio entre los clientes ricos “de toda la vida”.

Se hicieron intentos de comunicarlo con mensajes demasiado sutiles en los medios convencionales encargados a las agencias de ATL y de Medios, sin obtener los resultados apetecidos. Los responsables de este tipo de comunicación desaparecieron y llegaron otros nuevos con nuevas ideas. Fue entonces cuando el tiempo, la razón, el ROI y sobre todo los presupuestos, señalaron a la comunicación BTL, y sobre todo online como el camino más adecuado para esta estrategia.


7 de marzo de 2011

National Geographic y su campaña de los siete mil millones.

Jaime Núñez Miller.

No, no estamos hablando del coste en euros, ni de beneficios, sino del total de personas en el mundo. Con ese motivo National Geographic nos ha dejado un ejemplo publicitario que hace uso de la comunicación online de forma memorable. Una campaña que demuestra que se puede llegar a millones de personas con un planteamiento creativo totalmente alineado con los valores y la visión de la marca. Ya lo hemos dicho muchas veces: sí, es posible y además es necesario.

En el nuevo video titulado Are you typical? se aprovecha la inercia acumulada por el anterior 7 billion y logra mantener un nivel de audiencia que ya supera los dos millones de visitas sólo en Youtube.

Veréis que los dos vídeos cuidan especialmente el color, la música, la tipografía y por supuesto la fotografía. La música resalta el mensaje, motiva la atención del usuario y evita convertirse en un elemento de distracción. El uso del color amarillo y negro refuerzan aún más si cabe una marca perfectamente reconocible. Pero lo más importante es que el mensaje impacta sobre el espectador y le deja meditando sobre cómo el aumento de la población mundial puede afectarle en su día a día. Ese mensaje es precisamente el que ha hecho que el nuevo video, en sólo unos pocos días, se mencione en más de 15.000 blogs y en medio millón de páginas web.