13 de marzo de 2013

Habemus Papam!


Dos son las instituciones "eternas" que más han influido en la historia del Marketing: el Ejército y la Iglesia Católica. El primero a la hora de establecer una estrategia, la segunda a la de definir una cultura de empresa. De las fuerzas Armadas ya hemos hablado antes y seguiremos hablando en el futuro, pero de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana, no. Y dadas las circunstancias y a la espera de la "fumata bianca", creo que es buen momento para reconocer su poderosa contribución a la moderna concepción empresarial.


Si la Sibila Délfica, pintada por Miguel Ángel en la Capilla Sixtina, y la mujer más bella del arte, en opinión Marcel Proust, pudiese hablar, nos contaría las mil anécdotas de docenas de elecciones papales en los últimos quinientos años. Hoy, a estas horas, el interés de millones de personas, creyentes y no creyentes, de todo el mundo se centra en lo que pueda estar ocurriendo dentro de la hermética capilla que el Papa Julio II mandó decorar en honor de un antecesor. Sin embargo, a lo largo de sus dos milenios de historia hay cosas que no han cambiado en absoluto en la Iglesia. Para los fieles, es su más valioso patrimonio, para los que no lo son supone un anacronismo inaceptable. En cualquier caso, es algo que funciona e influye incluso en quien no quiere ser influido.Tomo como referencias de mis reflexiones el excelente trabajo de Matt Haig en su libro "El reinado de las Marcas".



Las empresas quieren que todos sus stakeholders tengan fé en ellas, que crean que su confianza ciega se traducirá en un beneficio más o menos eterno. Gracias a la fé, Apple superó recientemente el fiasco de la cobertura de uno de sus últimos smartphones. Sus "creyentes" se lo disculparon y siguieron siendo "fieles".


Esperanza

Cualquier empresa trata de fidelizar a sus públicos convenciéndolos que lo mejor está aún por llegar. Cada nuevo lanzamiento se convierte en un acontecimiento casi mesiánico, ya sea tan austero como las presentaciones de Steve Jobs o tan espectacular como la del último Ferrari.


Caridad

Paganizando el concepto debemos hablar más propiamente de Solidaridad. Hoy por hoy es impensable una empresa que no considere el beneficio social con el que debe corresponder a todo lo que recibe de esa misma sociedad. Indudablemente, la RSS es ya un commodity. En la empresa creen que no se gana mucho con ella, pero no puedes prescindir de tenerla. El índice Footse 4 Good ha demostrado, no obstante, que ser bueno es altamente rentable.


Universalidad

La Iglesia Católica constituye, nos guste o no, la primera verdadera "multinacional" de la historia, trascendiendo fronteras, intereses, lenguas y razas. Ese es el sueño de cualquier empresa de nuestro tiempo. la Globalidad se inventó a orillas del lago de Genesaret.


Apóstoles

Este término se ha respetado bastante porque trasciende al de prescriptor (casi siempre bajo sueldo). El Apóstol es alguien que hace suya la Visión, Misión y Valores de la Empresa y los proyecta con criterio formado a todos los rincones y a todas las gentes. Las empresas y sus marcas buscan afanosamente generar este sentimiento entre sus stakeholders, pero sólo algunas de ellas son capaces de crear un fuerte vinculo emocional y vital como llegó a conseguir Harley Davison.


Pureza

Entendiéndola como Honestidad, es una de las cuestiones de más actualidad, sobre todo cuando se quiere proyectar autenticidad. Implica poner mucha atención en cada uno de los momentos de la experiencia de marca. Basta una pequeña "mancha" para echar abajo el trabajo de mucho tiempo, como demostró en su día Evian.


Catedrales

La Iglesia ha contado desde sus orígenes en las Catacumbas con espacios de veneración que ponían en comunión a los fieles con sus creencias. Algunas marcas han descubierto el enorme potencial comercial y de fidelización que estos entornos poseen; basta pensar en Flag Shops como las de Apple en medio mundo. Cada lanzamiento de uno de sus productos genera colas interminables de fieles que pasan la noche en vigilia.


Santos

Los santos son personas corrientes que han vivido heroicamente las virtudes. Constituyen un ejemplo y una referencia. Los que más devociones despiertan se elevan a los altares... del mismo modo que Holiday Inn o IKEA "beatifican" al empleado del mes, o General Motors  incluye a sus mejores directivos en el "Hall of the Fame".


Milagros

No me voy a extender en este aspecto, basta con pensar en los productos de belleza o en lo que el desodorante AXE puede hacer por la vida sentimental del más friki de los adolescentes.


Fiestas

La liturgia laica se va poco a poco imponiendo. Los "Hallowines", y las Navidades eternas en blanco y rojo, marcan el calendario comercial y suponen un poderoso reclamo para movilizar a los más tibios de los fieles.


Catecismo

Es el Manual de Identidad Corporativa de cualquier Católico. Responde a todas sus  dudas y marca las pautas de conducta que definen las "Best Practices". Pocas empresas cuentan con algo que ni siquiera se le acerque, aunque rara es la compañía que no tiene a alguien de recursos humanos pensando en ello.


Podría seguir la lista... y prometo seguir haciéndolo. El tema, desde luego da para mucho. Por ahora, dejémoslo estar. 

En los próximos días una "fumata bianca" (¡qué sencilla y mediática tradición!) nos anunciará un nuevo Papa.
Será muy gratificante ver que en lo esencial seguirá fiel a una Identidad que no puede tocar porque no es suya (mensaje para Presidentes y CEO's con fuerte ego).

@eirastorza


30 de enero de 2013

¿Usas o compras?

Dicen que el ser humano es la única especie capaz de tropezar dos veces en la misma piedra. Estoy convencido de ello. La realidad es terca y pródiga en ejemplos. Podemos encontrarlos a lo largo de la historia, en todos los tiempos y en todos los lugares...


 Ahora también en el ciberespacio.




1.- Debacle

Hace poco tiempo presenciamos el derrumbe de Facebook en Wall Street. En tan sólo unas horas la empresa de moda veía reducido a la mitad el valor de sus acciones. De repente, la mayor y más prometedora salida a bolsa del pasado año se convertía en un "sálvese quien pueda".


2.- Desconcierto

Entre los que se subían en el bote salvavidas de la venta apresurada estaban algunos de los propios directivos de Facebook con sustanciosos paquetes de acciones. En un sólo día, el valor de la "red entre las redes" se desplomaba ante la mirada atónita de los analistas.


3.- Respuesta

Ante esta situación, Mark Zuckerberg, padre de la criatura, héroe cinematográfico y flamante recién casado, salió al paso con un mensaje tranquilizador. En él afirmaba que ninguna empresa con tantos millones de usuarios, repartidos por el mundo (y además tan fieles) podía irse al traste... así como así.


4. Memoria

Me recordó a Winton Churchill cuando en 1941 afirmó que a pesar de la ocupación de los nazis, un país, como Francia, con más de trescientas variedades de queso no podía desaparecer. La verdad es que hizo falta más que queso para que Charles De Gaulle paseará triunfalmente por París tres años más tarde. 


5.- Matiz

Hay un importante aspecto semántico en la explicación del joven presidente que lo cambia todo, y es el término "usuario". Usuario: Dícese  de aquel que hace uso de algo, tangible o intangible,  no necesariamente en propiedad y no necesariamente como consecuencia de un pago. 


6.- Clave

Este  último aspecto es la clave. Facebook, efectivamente, tiene millones y millones de usuarios repartidos por todo el mundo, pero su reto es convertirlos en Clientes, es decir, gente que hace gasto por el uso.


7.- Criterio

El objetivo de Zuckerberg y su equipo debería ser el hacer de su red social un sustancioso negocio dotado de criterios rigurosos de evaluación. Criterios que permitan conocer el retorno de la inversión a cualquier marca que incluya Facebook en su plan de medios.


8.- ROI

 La caída de las acciones refleja que a pesar de la popularidad de esta red social su modelo de negocio no es del todo creíble en términos de rentabilidad, cuando menos a corto plazo, algo muy valorado por cualquier accionista.


9.- Mensaje

 Tal vez, la dirección de "la  red", lo tenga muy claro, pero los hechos demuestran que en tal caso no sabido transmitirlo a quienes apuestan su dinero por ella. Un error que hoy por hoy le ha costado la mitad de su valor.


10.-  Moraleja

El lado positivo de esta historia es que parece ser que por fin para los inversores en iniciativas ciberespaciales ya sólo cuenta un factor que se aplica desde hace siglos en el mercado físico: "¿Tienes o no tienes clientes? No me hables de la cantidad de gente que se pasa horas en tu sitio enredando y sin hacer gasto. No me pidas que invierta en el más popular de la feria sino en el puesto que más vende."


 11.- Referencia

De acuerdo a esta práctica manera de entender los negocios online, empresas como Amazon están asegurándose rentabilidades presentes y futuras. Un buen ejemplo a seguir.



12.- Lamentación

 ¡Ah, si hace diez años, todos lo hubiésemos visto así de  claro! Sin duda la famosa burbuja de Internet nunca habría llegado a existir. En cualquier caso, nunca es  tarde para aprender de los errores y llamar a las cosas por su nombre.

Eduardo Irastorza 





16 de enero de 2013

And the winner is...



Cada año la ceremonia de los Oscars paraliza Estados Unidos, y son millones de personas, en todo el mundo, los que siguen su desarrollo sin importarles las diferencias horarias. Tal vez sea este fascinante evento uno de los últimos coletazos del "American Way of Life". Un concepto que durante más de cien años han exportado con enorme éxito.  Tal vez, en un futuro no muy lejano, la entrega de estos premios sea un evento global que incluya conexiones en directo con ciudades como Beijing, Mumbay, Sao Paulo o Moscú. Este post habla del imparable proceso de globalización que amenaza con eliminar la cultura del padre de la criatura.


Oscar a la mejor Película Extranjera

Hace sólo unas décadas la única presencia del "resto del mundo" en la ceremonia de las ceremonias era el Oscar "a la mejor película extranjera". Ahí entraba toda la "calderilla cinematográfica" internacional. Además, con frecuencia, el premio se entregaba a algún discreto producto de un director perfectamente anónimo. De hecho, los mejores directores "no-americanos" jamás lo recibían. Era una forma más de dejar claras las diferencias.


Oscar al mejor Actor Secundario

No obstante, el tiempo y la globalización han ido imponiendo nuevas reglas. Cada vez es más difícil asignar el sello de auténtico "made in USA" a muchos de los otros Oscars: mejor película, mejor actor, mejor banda sonora, mejor sonido, mejor iluminación, mejores efectos especiales... (por cierto, hay un Irastorza que ha ganado un Oscar en esta categoría)


Oscar a la mejor Producción

Admitámoslo, con frecuencia muchas películas americanas tienen poco más que dos cosas en común:

1ª La firma de la productora.
2ª Están rodadas en inglés.

El resto de la producción es un "potpurri" internacional. Sobre todo por dos razones:

1ª El talento ya no está exclusivamente localizado en la "Meca" del cine.
2ª Es preciso hacer "guiños" culturales a los mercados emergentes más poderosos.


Oscar a la mejor Campaña de Marketing Internacional

Por supuesto este premio no existe por ahora, pero deberían empezar a planteárselo, porque esta industria se juega, año tras año, su supervivencia a una o dos superproducciones que deben ganar mucho dinero en muy poco tiempo y en todo el mundo, y ello, por supuesto, antes de que lleguen los piratas... no sólo los del Caribe.

Llevar a cabo esta campaña exige ramificaciones globales que van mucho más allá de la tradicional distribución de copias. Incluye merchandising, relaciones públicas, acciones de comarketing, street marketing, marketing interactivo, eventos, product placement, etc, etc, etc.

Es preciso contar con expertos locales que le tengan bien cogido el pulso a su mercado y que se impliquen desde antes del rodaje en la producción. Algo que hacen dejando hacer sentir su peso en el producto final.


Sencillamente, Oscar (por cierto, se pronuncia igual en todas partes)

¿Qué quedará del "auténtico sabor americano" después de esto? Cada vez menos. El mejor escaparate de Estados Unidos se ha de convertir en una gran fiesta global. Creo que llevará todavía algún tiempo que los americanos lo entiendan así. No olvidemos que ellos todavía hablan del "Campeón del Mundo en Basketball" ( aunque una parte creciente de sus figuras sean de fuera) y que todavía discriminan los" Grammy's latinos" (aunque éstos, en conjunto, vendan más que los de siempre). Pero la tendencia es imparable y lo acabarán asimilando, sobre todo, porque no hay otra alternativa a la supervivencia del noble "Séptimo Arte".

A los americanos que añoren los buenos viejos tiempos, siempre les queda el consuelo de que este año el Oscar se lo dan a Lincoln. Un padre de la patria que ya está sentado en su butaca.


Eduardo Irastorza